Retales – Laura Martínez Segorbe

Fecha: 27 de junio                                           Hora: 20

Lugar: “Hotel Torremar” de Torre del Mar

Resumen del libro

“Retales” nace de dos necesidades.

 La primera es  la de desnudarme sin tapujos ante el mundo. Un mundo en el que intento ubicarme para completar mi percepción de él, para entenderlo mejor. Se trata de una selección de poemas de toda índole, agrupados en tres bloques diferenciados, con un único hilo conductor: las diferentes temperaturas de mi cuerpo según el momento vivido, sean momentos íntimos o externos.

La segunda necesidad tiene nombre masái: Enjipai (en lengua maa, la lengua materna de los masái, significa “felicidad”). Enjipai es el sueño de Lekishon Tutunyo, un guerrero masái, dispuesto a conservar sus tradiciones e historia y luchar para que su comunidad tenga una vida digna. Desde el año 2012 trabajamos juntos, mano a mano, en la comunidad masái de Mferei, situada al norte de Tanzania, y esto que empezó siendo un sueño, poco a poco se ha transformado en una realidad. Actualmente en la aldea hay una escuela de preescolar e infantil, depósitos de agua para recoger el agua de la lluvia, una pequeña placa solar y el grupo de mujeres masái constituidas en una pequeña cooperativa trabajando duro para empezar su proceso de independencia económica y social. Con mucho por hacer aún, seguimos en el camino…

Resumen de la sesión

La presencia de Laura en nuestro Club de Lectura fue una experiencia muy agradable con una participación muy activa de los asistentes. Además de gustarnos la forma de cómo escribe, nos cautivó su personalidad y su compromiso. Creo que para ayudaros a conocer a Laura, en un principio, lo mejor es escribiros cómo se autodefine ella en la solapa de “Retales” y que quiso leer para todos uno de los asistentes: “…nací en el siglo XX y estoy viviendo en el XXI. Es igual que decir que nací en un siglo en el que Europa soñaba con un mundo libre y sin fronteras, y estoy viviendo en un siglo en el que quieren incluso poner fronteras al alma. Así que soy mitad sueño mitad cárcel, mitad pájaro mitad jaula, mitad pez mitad mar de plástico. Sobre mí solo sé algunas cosas. Que soy mujer y me encanta. Que soy del sur y amo el mar. Que soy África porque de allí vengo, de allí venimos todos, y porque África tiene nombre de mujer. Y que escribo porque me conmueve el mundo en el que vivo, a veces para bien, a veces para mal. Pero en general, amo la vida, porque nacer ya es un privilegio, es una responsabilidad hermosa. Toda yo soy una mujer-retal.”

Lura nos explicó que “Retales” tiene tres partes bien diferenciadas: La primera son poemas escritos en diferentes épocas y en la que ella expresa sus sentimientos de ese momento; en la  segunda parte los poemas están dedicados a aquellas personas que han sido importantes en su vida, y la tercera, a temas que le preocupan de este mundo. Muy curiosa resultó la gestación del libro que se explica con todo detalle en el preámbulo.

A continuación alguien propuso que leyéramos algunos poemas de “Retales” que a los lectores le hubiesen transmitido algo especial: “Masái”, “De un amor sufí en los montes de Turquía”, “Todos somos negros” y “Besos” fueron los primeros leídos, para que seguidamente Laura nos hablase de algo que todos queríamos conocer: su experiencia africana con los masáis y para quienes va el beneficio económico íntegro de la publicación de “Retales”.

La inquietud de Laura por participar en algún pequeño proyecto internacional venía desde que cumplió los dieciocho años, pero por circunstancias de sus estudios universitarios no pudo hacerlo. Este sueño se hizo realidad a los treinta y cuatro. Se fue sola a Kenia con una Asociación muy chiquitita y allí conoció a María con quien sintonizó rápidamente. Las dos tenían las cosas muy claras, que fuese el sitio el que pidiese ayuda y que la comunidad se implicase en todo: ellas se limitarían a proporcionarles la ayuda que necesitasen dentro de sus posibilidades. Un sencillo anuncio en Facebook con este ofrecimiento les proporcionó, cuando ya casi se les había olvidado, un contacto con  un chico masái que les escribió pidiéndoles que fuesen a su boma (poblado) para prestarles ayuda. Desde aquellos inicios han pasado ocho años y ha nacido Enjipai (en su lengua nativa significa “felicidad”) una Asociación que ha construido una escuela, depósitos de agua, una placa solar y una pequeña cooperativa donde trabajan las mujeres de esa boma que está  formada por unas veinticinco o  treinta chocitas. Los visitan cada año coincidiendo con sus vacaciones laborales y viven como ellos pero no comen ni beben como ellos. “Es fundamental, nos decía Laura, que en lo que se haga participe la comunidad; nosotras no hemos hecho el colegio, sino ellos, participando todos cogiendo piedras del río desde el masái más chico al mayor y se ha hecho como ellos han querido. Si nos han pedido consejo nosotras se lo hemos dado, lo consultan con los ancianos y se hace o no según sus opiniones.” Al preguntarle sobre el papel de las mujeres nos dijo que eran muy participativas y que como se casan muy jovencitas, su papel principal es el de cuidar de los niños que suelen ser de cinco o seis por familia. Ello nos lleva a un debate sobre el incomprensible comportamiento de Europa al cerrar las puertas a África, ya que aquí la natalidad está muerta, al margen del aspecto humanitario. “Aquí se habla de África como si fuera un país y son cincuenta y cinco, incluyendo el Sahara (que para mí lo es), con diferentes etnias y culturas. Es como pasa en Europa con su diversidad. Los europeos tenemos un defectillo y es que miramos a África con nuestros ojos y debemos hacerlo con los suyos. Tenemos poco conocimiento de este continente y la información que de allí nos llega es negativa. África es un continente con mucha gente joven, muy formada y con un enorme potencial en el que muchos de ellos están pidiendo ayuda”. Nos contó que para ella la casa del poblado de Tanzania es una casa más, como la suya de Mijas donde reside o la de su madre. Está allí igual que aquí, aunque alguna vez haya pasado algunas necesidades como la falta de agua. Y respecto a las preocupaciones de los masái, giran en torno al clima y su influencia en la sequía, ya que viven principalmente del pastoreo, y la marginación y persecución a los que los tiene sometido el gobierno de Tanzania manteniéndolos arrinconados junto a la frontera de Kenia, echándolos de sus tierras para favorecer el turismo de safaris.

A continuación nuevas lecturas por parte de los asistentes: “Manos”, “Desnuda de miedos y despeinada de amor”, “Suma y resta”, “La vida es una partida”, “Cara A/Cara B”, “A pesar” y, para finalizar, Laura nos leyó “Malditos bastardos”.

Antes de terminar la sesión, alguien la quiso felicitar “por como escribes y por el compromiso adquirido para llevar a cabo este proyecto”. Laura comentó que “todo esto es posible gracias también a  vosotros; todos formamos parte de este engranaje: los que habéis comprado el libro, “los padrinos” que ayudan a la escolarización de los niños, aquellos que ayudan en peticiones puntuales…”

Mucha suerte Laura con este compromiso que tanto te ilusiona y esperamos que otros nuevos poemas o relatos nos vuelvan a reunir para disfrutar tanto como lo hemos hecho esta tarde. Gracias…

0-o-0-o-0-o-0

Próximo libro: “El salvaje”                                              Autor: Guillermo Arriaga

Fecha: 17 de octubre          Lugar: Hotel Torremar (Torre del Mar)        Hora: 20h.

Hora: 20:00

Lugar: Hotel Torremar

Sobre el autor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *