
CLUB DE LECTURA DE LA SAC “Mercedes Junquera”
FEBRERO DE 2025
Título: El estómago de los rumiantes” XXVII PREMIO DE NOVELA
CORTA “SALVADOR GARCÍA AGUILAR”
Autora: Natividad Montaño
Fecha: 13 de febrero Hora: 18:30
Lugar: Club Náutico de Torre del Mar Asistentes: 23
Iniciamos la reunión con la intervención de Salvador dando las gracias a Natividad por su presencia aquí hoy para comentar la obra a pesar de la distancia que ha tenido que recorrer para estar con nosotros hoy. Natividad tiene su residencia en Jerez y desde allí se ha desplazado para compartir esta sesión. Salvador agradece su esfuerzo en nombre de todos y nos recuerda que esta obra ha obtenido el XXVII PREMIO DE NOVELA CORTA “SALVADOR GARCÍA AGUILAR”, y a pesar de la poca experiencia en publicaciones ha conseguido sacar una obra genial que toca muchos temas.
Natividad agradece nuestra invitación, está muy contenta de acompañarnos y aprovecha la ocasión para recordar que conoce a Amparo desde hace años, los locos 80, años de efervescencia de libertad que hacían posible la experimentación y la creatividad, donde compartieron muchas experiencias que son el origen de su amistad.
La distancia desde Jerez le ha dado la ocasión de disfrutar del precioso paisaje de las sierras de Málaga y de Cádiz que tanto le gustan, y aunque está cerca la comunicación no es buena, ya que hay que viajar de Jerez a Sevilla y de Sevilla a Málaga, y si queremos ser ecológicos el coche no sería la mejor opción.
Natividad nos cuenta que siempre ha escrito, aunque ha antepuesto el trabajo al gusto, por lo que su escritura personal se ha desarrollado con más lentitud. Ha dedicado gran parte de su tiempo a la Librería La Luna Nueva que con gran entusiasmo abrió en 1989. Este espacio de cultura ha sido una fuente de enriquecimiento personal que le ha dado la posibilidad de elaborar recuerdos y valorar lo que significa la tradición oral tan presente en otros tiempos y que representaban la expresión cultural de los pueblos que se transmitían de generación en generación con el propósito de difundir los conocimientos y las experiencias a las generaciones venideras.
La tradición oral nos habla y nos cuenta del valor humano, social y cultural de los pueblos y esto es lo que ha querido rescatar en el Estómago de los Rumiantes para que no se pierdan. Una de las asistentes comenta que le sorprendió el título del libro y pregunta: ¿por qué ese título? Natividad empieza la explicación con una bonita metáfora para explicar el título: “Por las noches, la cama se llena de gente” haciendo referencia a los recuerdos y pensamientos que, al quedarnos solos en la soledad de la noche, empiezan a desfilar por nuestra mente de manera recurrente. Recuerdo especialmente que en el colegio de monjas se trataban cuatro o cinco temas insistentemente, uno de ellos era el Estómago de los rumiantes con el libro, otro el Catecismo que había que aprendérselo de memoria. El aburrimiento me llevó a los libros y ese recuerdo al título.
En la primera página del libro las palabras de Javier Ruibal: “Mucho te tienen que querer para que otra vez, vuelvas a ofrecer tu vida en prenda” me recordaron el juego de infancia de las prendas. Y las palabras de Piedad Bonnett: “Pido al dolor que persevere. Que no se rinda al tiempo, que se incruste como una larva eterna en mi costado para que de su mano cada día con tus ojos intactos resucites, con tu luz y tu pena resucites, dentro de mí”. Estas palabras rememoran el paisaje de dolor por la muerte del hijo. Dolor
inigualable. Natividad nos comenta la anécdota que acompaña al premio otorgado en Alicante y que se refiere a que no pensó en publicar este libro, como conocedora de las dificultades que entraña el mundillo editorial, sin embargo, un día recibió una llamada comunicándole que le habían otorgado el premio del certamen y ella pensó que era un timo o una broma. Desconocía que su pareja e hijo habían enviado el libro al certamen sin ella saberlo. Cuenta que fue divertido. Respecto a los autores que han podido influir en su obra, la autora nos comenta que es difícil responder a esta pregunta porque han sido muchos, menciona expresamente a autores que le han emocionado como Piedad Bonnett, Cortázar, Martín Gaite, Heidi de la editorial Juventud, por mencionar a algunos. Opina que todas las lecturas que ha leído a lo largo de su vida influyen en su escritura.
Empezamos a comentar la obra que ha sido muy apreciada por todas las personas asistentes y ha gustado mucho. Para definirla hemos oído adjetivos como “es una joyita”, “es profunda“, “es generosa”, “que trata a sus personajes con mucho respeto” y algunos más que expresan la buena acogida que ha tenido en el Club.
Se comenta que, aunque aparentemente parece un libro sencillo, merece una segunda lectura porque trata muchos temas en los que profundizar. La obra introduce huecos para que los lectores los rellenemos. Se ha calificado como una novela generosa que trata a todos los personajes con mucho respeto, hay personajes muy entrañables y otros indeseables. Aunque la obra tiene párrafos muy duros, la autora ha sabido tratarlos con mucha sensibilidad y elegancia. Con una prosa magistral, nos ha hecho coparticipes del dolor de la gran pérdida que representa la muerte del hijo para el personaje de la Tata. Valoramos muy positivamente el tratamiento de temas intrínsecamente femeninos. También se valora que nos ha hecho recordar a nuestras madres contándonos cosas de la niñez, de juventud o anécdotas de personas del entorno o de la época.
La obra trata de dos teman esenciales: la tradición oral y la guerra. Respecto al estilo narrativo, se ha comentado como muy interesante la alternancia narrativa y el personaje de la Niña como narrador omnisciente (narrador que conoce todos los detalles de la historia y de cómo transcurre, incluso en ocasiones de lo que va a pasar. Sabe lo que piensa cada uno de los personajes. Es el que más puede profundizar en los aspectos psicológicos de cada uno de ellos). La obra cuenta cosas trágicas con mucha delicadeza, podemos considerarla como prosa poética impregnada de realismo mágico que nos muestra lo irreal (el personaje de la Niña) como algo común, o el significado de las alpargatas en uno de los capítulos Al preguntar a Natividad sobre la alternancia de los dos narradores, comenta que en principio necesitaba una voz, la Niña convertida en espíritu, lo que hizo necesaria otra voz que acompañara a este personaje. Todos hemos tenido a nuestros padres, tíos, primos etc., pero al mismo tiempo, muchos hemos podido disponer de otra persona, que podría ser o no de la familia, que siempre nos ha acompañado, como una especie de madrina que está allí siempre, y que llamamos Tata. Esta es la otra narradora. Otra intervención aporta un aspecto diferente y comenta lo interesante que le ha resultado en la obra el planteamiento de los planos que se superponen, por un lado, el mundo de los vivos y, por otro, el mundo de los muertos que aún siguen vivos porque no se les olvida. La presencia de lo que entendemos por un fantasma y que articula la obra. La autora comenta que lo ha hecho porque cada uno se monta su propia fantasía y que considera que es necesario inventar cosas. Hablar de los personajes no ha sido fácil porque cada uno de ellos estaba ligado a alguno de los temas sobre los que la obra nos habla. Por ejemplo, al comentar la presencia de animales en la obra y la sensibilidad con la que se habla de ellos (aunque la autora mate literalmente a uno). Natividad nos dice que ese relato se basa en algo que realmente pasó y que le habían contado: Mataron a un perro por ladrar a su amo. Le sorprendió, sobre todo, que lo contaran con total naturalidad: eran tiempos en los que esto se hacía. Lo quiso introducir en la obra, aunque en esta ocasión como un acto de crueldad. El personaje del ciervo que consigue desaparecer nos lleva a pensar en las personas que desaparecen en las guerras y nunca se vuelve a saber nada de ellas. Este personaje también tiene un origen de realidad basado en una historia que la autora oyó respecto a un ciervo que se estaba ahogando en el rio hasta que alguien le salvó. Hay un personaje que está oculto, escondido en la parte alta y que también emociona mucho con la carta que escribe al final. La Niña le presta mucha atención y nos relata como la Tata le lleva la comida. Esto, nos dice la autora, es un homenaje a los que tenían que estar escondidos. La gente, aunque llevaba su vida cotidiana, haciendo sus cosas, como la Tata, estaban callados. Recuerda Natividad que su abuela decía: “las cosas son así porque tienen que ser”. Vivía frente a la iglesia y contaba que las mujeres iban a la iglesia a primera hora a pedir a los Santos cosas cotidianas y al Señor las importantes. Iban a primera hora para estar disponibles a la una, cuando sonaba la alarma y los trabajadores dejaban de trabajar y volvían a casa a comer. Las señoras a esa misma hora iban a misa y de este modo no se juntaban con las pobres. Mi abuela lo contaba sin rencor “las cosas son así porque tienen que ser”. Esa resignación era para sobrevivir.
La guerra civil está presente en la obra como un personaje más, es real y está basado en las preguntas que hacía a mis padres sobre este tema. Ellos me contaban cosas sueltas de la vida cotidiana, de lo que pasaba en el día a día: si tal vecino había desaparecido, si no había mucho para comer… Una compañera llegó a pensar que la Tata y el padre tenían una relación, como si fuese hija suya. Esta relación nos hace hablar del Colonialismo de la época. A este respecto Natividad nos recuerda que en esa etapa España tenía mucho comercio con Cuba y el personaje de la Negra Dominga hace referencia a ese tipo de colonialismo. Recuerda Natividad que su madre le contaba que en la pastelería se reunían los hombres a tomar café y al dueño del Ingenio de Cuba le llamaban negrero por tener a estas personas trabajando para él. En la ciudad de Jerez había muchos gitanos negros venidos de Cuba. Hay varios pasajes que hablan de este colonialismo y que además se refleja en el lenguaje y en la figura del Comandante en la Guerra Civil: “Que venga la Negra”, etc.
En este momento, en la conversación se intercalan pasajes que recuerdan escenas de la guerra civil y los fusilamientos en las tapias de los cementerios. Recuerda Natividad que un lector, cliente de su librería, le contó que cuando él tenía apenas 15 años oyó a Queipo de Llano decir la execrable frase de “Voy a hacer jabón con la sangre de los rojos”, que refleja las barbaridades que se llevaron a cabo en aquellos días.
Comenta Natividad que para el párrafo de la Guerra de África se documentó mucho, y es verídica la frase de Alfonso XIII de “estos soldados aportarán la gracia andaluza a su extraordinario valor” cuando envió al Batallón de la Corona que salió de Almería a Melilla con chavales, casi niños, donde murieron casi el 80%. Se abre un pequeño debate respecto a la guerra de África de la que antes se sabía muy poco y que estudios más recientes han aportado información desconocida. En la obra se hace referencia al dinero que se mandaba desde el Gobierno y que no llegaba a los soldados, que llevaban alpargatas en lugar de botas, como sí usaban los más altos cargos militares, haciendo referencia a este dinero que desaparecía en el camino y se quedaba en los bolsillos de los militares de alto rango.
Se abre un pequeño debate respecto a la guerra de África, y un compañero de la tertulia que vivió mucho tiempo en Tetuán (Protectorado español), comenta que efectivamente muchos militares de alto rango acumularon grandes cantidades de obras y objetos valiosos. Este enriquecimiento por parte de los altos cargos militares resultó una lacra para las tropas de África que estaban totalmente desabastecidas y sin armamento, lo que contribuyó al llamado Desastre de Annual en la guerra del Rif. Otra compañera completa la información aclarando que el empobrecimiento fue anterior, puesto que, los que se lo podían permitir pagaban por no ir a la guerra, por tanto, solo iban las personas pobres que no podían pagar nada. Sin fusiles ni armas la gente del pueblo peleaba como podía. Esta situación ha sido considerada como una de las causas que dieron lugar a la Sublevación de Barcelona, conocida como La semana trágica de Barcelona.
El personaje de la Tata, mujer cuidadora nata, tiene un momento muy intenso y que ha resultado precioso: cuando cuenta su embarazo. Después de tanto sufrimiento, el embarazo la hace totalmente feliz, por fin se siente como todas las mujeres y está llena de felicidad. La brutalidad de la muerte del bebé es horrible y lo sentimos con más dureza quizá por el contraste que significa después de leer la dicha que le había producido su nacimiento. En este momento comentamos el pasaje donde el marido le dice: “no te preocupes, te hago otro”. Todos queremos matarle y es en este momento cuando la Tata toma la decisión de envenenarle poco a poco. Recordamos otro personaje, el hombre escondido, donde la ternura y la sensibilidad del texto nos emociona. La liberación del hombre escondido en la terraza enamorado de la Tata donde le escribe frases de amor hasta que el lápiz se queda sin punta. Preguntamos por la presencia de personajes mujeres que les falta una falange. Para Natividad ha sido una especie de juego incorporar estos personajes un tanto mágicos que presagian acontecimientos que van a ocurrir. Descubrió que había bastantes mujeres a las que les faltaba una falange por accidentes mientras hacían las matanzas y ese recuerdo real le llevó a incorporarlas de algún modo en la historia. La autora también se dio cuenta que la obra estaba llena de mujeres que sufren y hombres malvados y crueles, por eso quiso introducir otros personajes hombres “buenos”, y ahí están el hombre de la azotea, el abuelo mayor que quiere mimos, Antonio el sordomudo que salvó al ciervo, etc.
El personaje de la Negra Dominga se ha visto como un buen personaje en contraste con la monja.
Natividad recuerda lo diferente que era la educación con monjas y comentamos las diferencias que se hacían entre las niñas mejor acomodadas y las pobres en los colegios de monjas.
Leemos el relato de la descripción de la casa como un organismo vivo que ha gustado mucho. Se pregunta a la autora sí, como otros autores, tenía claro el comienzo y el final de la obra. ¿Era necesario que muriera el hijo de la Tata para liberar a la Niña del Limbo o va surgiendo a lo largo que transcurre la obra? Natividad cuenta que no, que ha ido surgiendo según iba avanzando. Nos dice que ella no escribe así, hay autores que tienen planificada la obra antes de empezar a escribir, cosa que le parece admirable, pero ése no es su método, que ella no escribe así. Nos explica que la carátula del libro la ha elegido la editorial, y ante la pregunta de si tiene planeado dedicarle más tiempo a la escritura para publicar, nos cuenta que ella escribe pero que le cuesta mucho, no le resulta fácil porque sufre mucho y en ocasiones tiene que parar, volver y parar y volver muchas veces porque hace correcciones y porque escribe a base de recuerdos, cosas contadas y vividas. Lo pasa mal y después bien.
Natividad nos ofrece como despedida la lectura de un párrafo de la obra: “Yo lo quería. Invoqué a Yemayá y le recé a mi mamá para que hiciera que mi marido cambiara. No me escucharon. Ahora, cuando me siento por la tarde a descansar -recogida la cocina y antes de preparar las comidas de los niños- cojo la labor de ganchillo. Cada nudo que hago, cada vez que meto la aguja es una puñalada. Una en la barriga por lo que hiciste, otra puñalada en el pecho porque no me quisiste. Meto la aguja una vez más y te atravieso el costado por las noches de llanto y los días de amargura. Una en la espalda y te saco el corazón por el hueco del tejido. Te remato con la aguja grande y te estrangulo con el hilo por todo lo que me quitaste. Al final, la labor queda perfecta pero tan apretado el punto que el paño no descansa sobre el mueble sobre lo pongo. Más bien parece repeler todo contacto y se mantiene separado de la pulida superficie de caoba antigua.
Nos despedimos emocionadas nuevamente y damos las gracias a Natividad por su presencia y a Amparo por traerla aquí hoy. Natividad Montaño ha publicado además “Cuaderno de cocina de una monja” y “Luna, papel y tijera”: un juego de relatos que están disponibles en la Librería La Luna, Nueva Calle Equilaz, 1 Jerez de la Frontera tfno.956 33 17 79.
Próxima lectura:
Título :”La clase de griego“ Autora: Han Kang
Fecha: 13 de marzo Hora: 18:30
Lugar: Club Náutico de Torre del Mar
SAC Vélez-Paloma Morales




