Un grupo de ciudadanos, muchos pertenecientes a las asociaciones Sociedad de Amigos de la Cultura de Vélez-Málaga (SAC) y el Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción), miembros de la formación política Izquierda Unida-Los Verdes-Vélez-Málaga para la Gente y de Podemos realizaron, el domingo 22 del presente mes, un acto de homenaje a la escritora y filósofa veleña María Zambrano, en un día que coincide con ser también el Día de la Tierra. El acto consistió en realizar una plantación de un árbol muy apreciado por la filósofa, un limonero, en un lugar del Parque María Zambrano.
Debe recordarse que María Zambrano Alarcón nació en Vélez-Málaga, el 22 de abril de 1904. Fue una filósofa y ensayista de gran prestigio internacional, de la que Vélez-Málaga debe sentirse orgullosa, lamentando que en un día tan señalado no haya habido ninguna iniciativa institucional que celebrara el acontecimiento. Los presentes conmemoraron su apoyo al manifiesto fundacional de la Alianza para la Defensa de la Cultura, marcando su compromiso por “la libertad del intelectual”. Pasó la guerra civil luchando con sus mejores armas intelectuales, en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura (1937), siendo nombrada Consejera de Propaganda y Consejera Nacional de la Infancia Evacuada, así como participó en la Casa de la Cultura de Valencia. En Barcelona impartió un curso en su universidad. Tuvo que exiliarse en 1938 a Francia y de allí partió a Mexico con su marido, donde fue nombrada profesora en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de Morella y así un periplo por diferentes países, siempre mostrando su gran valía como pensadora. Las personas progresistas de Vélez-Málaga, no la olvidan.
Por otra parte, coincide el hecho de que el 22 de abril fue señalado por las Naciones Unidas como el Día de la Tierra, a propuesta del senador estadounidense Gaylord Nelson, con el fin de crear una conciencia común a los problemas de la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y tantos otros problemas globales que aquejan nuestro planeta y lo están poniendo al borde de su capacidad para soportar las exigencias del desarrollismo de los países ricos de la Tierra, a costa del sufrimiento y la extinción de muchas personas y culturas. Hoy día recordamos en nuestra tierra estos grandes problemas mundiales, especialmente la contaminación atmosférica con gases de efecto invernadero, que está provocando un cambio climático de consecuencias desastrosas para toda la humanidad, y localmente para nuestra comarca, donde este cambio se irá traduciendo en una progresiva disminución de las lluvias, y con ello la pérdida de capacidad de sostenimiento de la agricultura de regadío, además de perderse las playas por la elevación del nivel del mar, y con ello nuestro principal recurso turístico. Calamidades que están por venir, y frente a los que estamos obligados a mitigar con un cambio de rumbo decidido en nuestras costumbres.
El limonero, que con tanto cariño recordaba María Zambrano en el patio de su casa durante la niñez, está ahora en el Parque de su mismo nombre, recordándonos tanto a ella como a la deuda que tenemos para la Tierra.